Cráneo Roto

29.12.2023

Recuerdo el día en que dejé de sentirme una víctima

cuando la miseria quedó reducida a nada

y la mierda en mi rostro,

tu mierda.


Fijé la vista en el fierro con el que me golpeabas

mientras te subías el pantalón tierra

y seguías rumiando el chicle,

tu último chicle.


Recuerdo los sentimientos en mi cuerpo

el asco jalándome desde las entrañas

y pálpitos escociendo las manos,

hallé mis manos.


Algunos esperan me sienta arrepentida

suponen al frío del penal reflexione

a más recordar sin embargo

cuántas veces fue mi sangre la que tuve que limpiar.


Recuerdo haberme levantado en inhalación profunda

apenas cerraste tras de ti la puerta del baño

y transformé ese fierro en brazo,

mi propio brazo.


Esperé con sigilo agudizando el oído

el tiempo transcurrió con precisión

y al salir te di un estruendo,

mil estruendos.


Recobré el sentir de cada fibra en mi ser

cada movimiento reiterativo era vivir

y tu cráneo roto en el suelo,

pobre suelo.


Abusos futuros quedaron detenidos en el caos

disgregados, 

con mi propias manos gané, por fin, 

mi primera ración de alimento

y tu rostro, un duelo al sol con final liberador.


Tu cráneo roto ya no escupe

ya no dicta órdenes

ya no ironiza

ya no gime.

Tu zorra paria no soy más.

No he de parir tu sangre,

me desprendería yo la piel,

reptil de mohosas escamas

descanso sobre tu cráneo roto.

Por Estefanía Hernández

© 2020 por Estefanía Hernández Martínez. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar