Tío Sam

02.06.2023

Entre andamios y trapecios se desplazaba aquel artista con el propósito de dibujarle suficiente comida al gigante hambriento. Grandes y débiles aparatajes montados sobre carabelas ruines, llenas de musgos por su incansable navegar, le brindaban al pintor la mínima estabilidad para cumplir con su-misión. Cuando el coloso no terminaba de saciarse, enfurecido, lo devoraba todo.

Mientras tanto, al artista le parecía gracioso que el dinero recaudado en su trabajo se gastase casi en absoluto en ir a laborar… ¡Perdón! Quise decir que, a este le parecía gracioso que la bestia armada con dientes hasta en la lengua, no se detuviera al tragar, incluso, los pinceles que le daban de comer.

–Al menos el sol en tono ocre –pensó– seguirá poniéndose en el interminable lienzo blanco.

Por Estefanía Hernández

 IMPROVISACIÓN 31 (BATALLA NAVAL), 1913 - KANDINSKY

© 2020 por Estefanía Hernández Martínez. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar