La Flor de la Alpargata

09.04.2020

Cómo hablar de una flor

habiendo tantas

pequeñas

grandes

escuálidas

detenidas

algunas intactas.


Trazos dulces

satinados

bordes ralos

impensados

el creador de tanto

varió a cada paso

el universo

se hace escaso

y en la oscuridad

sus fragancias

te guían

de retazo en retazo.


Si de aquella se trata

hay espinas presentes

otras veces no tanto

habita y llena

la cañada cubana

por ello

siempre acompañada.


No deslumbra

ni destaca en su manada

mas ¡ay! si hiciera falta

la vista

no sería de igual grandeza

porque aunque fina

imprescindible

late y vive

entre la majestuosa miscelánea.


En la minucia

terciopelo

paradójica

del cactus brota

anaranjada y suave

la flor de la Alpargata.


Al borde de encenderse

entre amarillos brotes

resplandece

los próximos estallidos prometen

mismo color y goce

aunque de vez en cuando

alguno carece de canto

y en ese verde capullo espinudo

queda atrapada

la que habría sido

la flor de la Alpargata.


© 2020 por Estefanía Hernández Martínez. Todos los derechos reservados.
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