Amainarte Siempre
rilar el municipio fue poco
rilar el municipio fue poco
por si algo saliera de Malaca.
Beber la sangre desde mi muñeca
Recuerdo el día en que dejé de sentirme una víctima
Anhelan contenidas escapar respiraciones
puedo sentir todo eclipsándose
¿Por qué hacia arriba me jalas y me jalas?
¿Por qué hacia arriba me jalas y me jalas?
En memoria a Teresa Willms Montt
En medio de la muerte,
quizás completamente,
entre avemarías,
mi ser se desvanece.
Nadie viene a salvarme,
un constante castigo
que no perece.
Nadie puede sostenerla
si se sostienen los sables
si se sostienen las armas
si se sostienen las banderas
incluso los estandartes
si se sostienen los ánimos
si se sostienen las miradas
si se sostienen los cuerpos
incluso los mutilados
Poco a poco,
los negros ojos se desaguaron tornándose marrón claro.
No fueron más intensos ni valientes.
El horizonte no acabó sino por alejarse.
Los libros en estantes estamos medio muertos;
agonizantes de polvo, empolvados en agonía.
estuviera mi padre en la parada.
En memoria de Teresa Willms Montt
no hay quien sepa cómo es vivir sin ti.
pero calla, cuando tiene que callar
sin pesares ni remordimientos.
no me esquiven tus ojos verdes
Dos balas atraviesan septiembre
las tardes se hacían cortas a tu lado,
rodear el mundo fue poco
sino pa' que honre la promesa,
Lo cierto es que recién entiendo la promesa que hice ante Dios.
Pronuncié mis votos como si la vida no pereciera.
Juré amarte hasta hoy;
día que una caricia fría y un beso ausente
se convierten en sellos de una eternidad que se desvanece.
No quiero el paso de los años desgarrando el hipocampo....
La tormenta rauda, veloz e implacable.
entre la majestuosa miscelánea.
entre tu y yo, dos océanos inmensos,